ayer ocurrió algo curioso, y con un final que me resultó muy agradable. el día anterior lo había dedicado a realizar una nueva intervención en los tocones - no dejan de ocurrírseme ideas para hacer con y en ellos-. esta nueva intervención consistió en realizar un entramado que uniera todos los tocones con una alegre cuerda multicolor. mi sorpresa fue que al regresar ayer de un pequeño viajecito a portugal, una niñas pequeñas estaban quitando todo el entramado que había realizado. al preguntarles qué hacían se quedaron extrañadas; y ni ellas supieron explicarse ni yo les insistí -eran cosas de niños. a veces disfrutan más destruyendo que creando. me gustaría saber por qué. me atrae saberlo-. yo pensaba que les habían gustado las cuerdas que usé y que se las llevarían para hacer con ellas pulseras u otras cosas. después de la siesta me volví a sorprender al ver que el entramado había desaparecido en gran parte; pero que las cuerdas estaban allí, tiradas en el suelo. pensé ingenuamente que igual alguien las volvería a entramar.
al volver de mi paseo, ya de noche, la trama había sido reconstruida en gran parte. me gustó comprobar que no sé quién o quiénes también disfrutaban reconstruyendo lo destruido.
estoy seguro que fueron los duendes de los tocones. nunca los ví, pero siempre sospeché que los había. hoy me han demostrado su existencia. no sé que aspecto tienen ni como son; pero disfrutan cuidando de los tocones. gracias
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