lunes, 1 de diciembre de 2014

mejos



mejos. sí, así nos llamaban los vecinos de los palacios a los que vivíamos en dos hermanas. el porqué? pues porque según ellos al provenir todos de dos hermanas, todos eramos primos. de primos se derivó a primejos, y de primejos a mejos.

la verdad es que yo les veo la razón en una cosa. en que somos primos, unos primos pringaos, que consentimos que lleven apoltronados en nuestro ayuntamiento más de 30 años el mismo señor y su camarilla.

diréis que es porque lo están haciendo bien. bien? estáis seguros? yo no puedo estar en contra de todo, por supuesto. me imagino que algo habrán hecho medianamente bien para que le sigan votando los primos de dos hermanas.

yo, desde mi terreno, desde mis cortas entendederas, veo muchas cosas mal, muchas. a ver voy a hacer una listita, y si vosotros y vosotras veis que se me olvida algo, me ayudáis a completarla, vale? pues voy a ello:

- lo que más me duele, y me ha dolido, es que tiren y destruyan, y hayan tirado y destruido, edificios antiguos y lugares emblemáticos de nuestro pueblo: el ayuntamiento, la plaza de abastos, villa pepita, el arenal, los jardines de la pimienta, el quiosco manolo,... y menos mal que hemos conseguido que se salvara en parte la torre del olivar, que a ver como la dejan con tantas nuevas puertas y nuevas ventanas.
ellos quizás lo justifiquen en que no eran edificios con valor arquitectónico o artístico. pues a mí, dudando de su criterio, no me importa que no lo tuvieran, si eso fuera verdad, porque está claro que hay otro valor para mí más importante, que es el sentimental, el del apego. ver que los lugares de tu infancia han desaparecido y desaparecen es muy doloroso. pero a ellos no les duele, y saben por qué? porque no son del pueblo. los que nos gobiernan no son del pueblo, y si alguno lo es, le está haciendo un flaco servicio.

- dos hermanas está dividida en dos mitades por culpa de las vías del tren y los subterráneos-tanque de tormentas que tenemos. hace mucho tiempo, mucho tiempo, que parte de la oposición lleva reclamando el soterramiento de las vías. qué ahora, en la situación que estamos, no se pueden hacer esas grandes obras? lo entiendo; pero por qué no se hicieron cuando había dinerito, cuando se construyeron velódromo e hipódromo, a los que yo personalmente les veo poco uso, grandes defectos y mucho gasto?

- dónde están los naranjos de la plaza del arenal y de muchas antiguas calles? vivimos en sevilla, donde en primavera el naranjo florece y desprende ese olor característico de nuestra tierra. han pensado alguna vez que harían los sevillanos de sevilla capital si a algún alcalde se le ocurriera quitarle los naranjos y ponerle macetitas colgantes, que no dan ni olor?

- y los almacenes y grandes fábricas de dos hermanas dónde están y como están. esos que tanto trabajo daban, que tanta gente atraía a nuestro pueblo para poder vivir con cierta dignidad, que no tenían en sus lugares de origen.

- y el conservatorio de música? por qué está tan lejos? por quë no tenemos un gran conservatorio en un lugar más céntrico y accesible, con su grado medio que tanto tiempo viene reclamándose? y un aula de música para aquellos niños y niñas que no quieran ser músicos profesionales, pero si quieran disfrutar de ella y con ella?

bueno, por ahora no voy a seguir; pero vosotros y vosotras me podéis ayudar, si os apetece a completar y matizar la listita; aunque no me puedo ir sin olvidar la última ofensa, le llamo así porque a mí me ofende, que le han hecho, le están haciendo y le seguirán haciendo, si nada lo remedia, a mi querido y gran maestro diego ruiz cortés, que fue mi profesor de dibujo en el instituto valme, que fue un gran artista reconocido y una gran y bellísima persona; y para mí, que me faltaba mi padre desde los trece años, en un momento duro de mi vida, fue como ese padre que me orientó y me ayudó a salir del bache. y por todo esto yo no puedo perdonar a este ayuntamiento que, teniendo diego ruiz cortés una sala a su nombre en el centro cultural la almona, hayan recluido su exposición, que durará dos años, en un lugar como la casa de la cultura, que ya no reune los mínimos requisitos para que sea una exposición digna, donde ni un mísero cartel la anuncia, donde los cuadros aparecen entre muebles antiguos, sillas, percheros, papeleras, carteles de peluquería,... y parte de las obras, aquellas que él pintaba cuando yo lo visitaba en su casa, aquellas que tenía en el caballete, en plena ejecución, están cerradas bajo llave, que nadie tiene o nadie tuvo cuando fui a verla.

perdonen el desaliño de mi texto
a veces la impetuosidad
se sobrepone a la corrección
y me gusta

me interesa más el qué
que el cómo
no como a otros que dominan el cómo
hasta la mayor perfección engañosa
hasta la crueldad de la mentira
y se olvidan del qué

lo mutilan
lo dejan morir
como muere el olvido
lo olvidado
y los olvidados

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