a su libertad

aquella mañana decidió emprender un nuevo viaje

nadie sabría su destino
ni él mismo

saldría a la calle
con lo imprescindible en su mochila
y comenzaría a caminar
a caminar
hasta donde lo llevara el viento

se dejaría llevar por el impulso natural del viento
como los veleros
como los barcos a la deriva

confiando en llegar a buen puerto
a una preciosa isla

a su libertad