martes, 3 de junio de 2014

soñé con mundos inacabados
reducidos a un simple esqueleto
sin músculos ni órganos internos
ni externos
despellejado
sin raíces
orientado siempre a la luz que más brillara
al ruido más intenso
a la voz más seductora

soñé que medio nacía en él
y medio moría al instante

que medio quedaba arrinconado para siempre
en una espera inevitable
y continua
en una desesperanza innata y cruel
adherida a mí
como si fuera mi segunda alma
mi segunda presencia
mi segundo cuerpo
mi olvidado pasado remoto
mi sangre desangrada y estéril
vacía
sucia
y seca

No hay comentarios:

Publicar un comentario