domingo, 22 de febrero de 2015

mi gran traidora

siempre estuvo conmigo
y poco a poco se fue alimentando de mí
engordando a mi costa
satisfaciendo su enorme curiosidad
utilizándome
usándome

hasta cansarse
hasta hartarla
hartarse

y ahora me vomita en cualquier parte
reniega de mí
niega haberme conocido
me olvida a pasos agigantados
me deja cada día en una cuneta nueva
desorientado
desconocido
perdido

algún día
en uno de esos olvidos
en una de esas renuncias
no sabré volver
ni dónde volver
ni a qué volver
no sabré nada

será entonces
cuando culmine su traición
y desaparecerá para siempre
y desapareceré para siempre

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