no nos cortéis las lenguas
no rajéis nuestros oídos
no mutiléis nuestras manos
no disfrutéis con nuestro dolor
ni nuestra sangre
no améis nuestro sufrimiento
no sintáis placer con nuestra tortura
buscad algo de humanidad en vuestros duros corazones
el menor resquicio
la más mínimo cicatriz de vuestra bondad
huid de la angustia ajena
pensad aunque solo sea una vez
en nosotros
no rajéis nuestros oídos
no mutiléis nuestras manos
no disfrutéis con nuestro dolor
ni nuestra sangre
no améis nuestro sufrimiento
no sintáis placer con nuestra tortura
buscad algo de humanidad en vuestros duros corazones
el menor resquicio
la más mínimo cicatriz de vuestra bondad
huid de la angustia ajena
pensad aunque solo sea una vez
en nosotros
No hay comentarios:
Publicar un comentario