tras el rincón
justo en la arista más profunda
a la altura del máximo vértice
están las huellas de tus lágrimas
aquellas que dejaste de niña
enredadas en la cal
camufladas en la verdina
olvidadas en el relente
las encontré hace tiempo
cuando leía tus viejos poemas
y las guardé con celo
esperando el momento
hoy
te las traigo
y te las ofrezco
justo en la arista más profunda
a la altura del máximo vértice
están las huellas de tus lágrimas
aquellas que dejaste de niña
enredadas en la cal
camufladas en la verdina
olvidadas en el relente
las encontré hace tiempo
cuando leía tus viejos poemas
y las guardé con celo
esperando el momento
hoy
te las traigo
y te las ofrezco
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