son las seis de la mañana
y hay una extraña luz en el cielo
aún quedan dos horas para el amanecer
extraño amanecer
lleno de cuernos iridiscentes
de remolinos de vísceras solitarias
de antípodas de la felicidad
de correos perdidos
que avistan la muerte inminente
es un día extraño
una noche extraña
una madrugada extraña
una espera extraña
después de la luz viene la calma
después de la tormenta, la oscuridad
todo está trazado
no hay caminos imprevisibles
ni impredecibles
desde nuestra más tierna infancia
iniciamos la ruta en nuestro surco
en nuestro profundo surco
del que es muy difícil
imposible salir
las oportunidades son escasas
y falsas
los cambios están cerrados
los caminos están llenos de fronteras
las ciudades amuralladas
las tierras valladas
los campos cortados
y sangrados
los mares alimentados de jóvenes cadáveres
de vidas truncadas
y muertes prematuras
de ilusiones rotas
destruidas
anuladas
aniquiladas
hay una extraña luz esta noche
una extraña luz que invita al desánimo
y al pesimismo
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