sábado, 30 de marzo de 2013

en mi casa

en mi casa
no había libros
ni periódicos
ni revistas
ni siquiera de cotilleo

no se leía

en mi casa
no había radio
ni tocadiscos
ni casetes

no se escuchaba música

y la tele la primera vez que llegó
en blanco y negro
y sin antenas
salió huyendo asustada por mis gritos
y las súplicas a mis padres de que la quitaran
solo salía una niebla de puntitos ruidosos
que me dio miedo

la segunda vez
volvió en blanco y negro
pero ya tenía antena
y la niebla ruidosa había desaparecido
igual que desaparecieron las charlas familiares
y los juegos de sobremesa
con mis padres y mis abuelos

la verdad es que este objeto
es sumamente peligroso
y acaba con la comunicación familiar
que se torna en un shiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
pesado y reiterativo
cuando alguien intenta
decir lo que siente o lo que piensa

en mi casa
no había ni dinero

solo había amor
mucho amor
a pesar de la puñetera tele de las narices
que sigue haciéndome de las suyas
en mi nueva casa

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