lunes, 23 de diciembre de 2013

ana

un día ana quiso salir como solía hacer todos los días
pero esta vez se encontró con algo inesperado
insospechable
imprevisible

alguien había tapiado su puerta durante la noche
sintió una tremenda angustia
corrió hacia las ventanas buscando aire
pero las ventanas también estaban tapiadas

estaba presa en su propia casa
y no entendía nada
no podía explicarse la situación

quién o quiénes le habían hecho eso
no recordaba tener enemigos
y si era una broma de su amigos
no tenía ni ninguna gracia

agarró con ansiedad el teléfono de casa
pero no  había linea
buscó por todas partes su teléfono móvil
nunca recordaba donde lo dejaba la anoche anterior

esta vez tuvo suerte
y lo halló sobre el sofá
donde se había quedado traspuesta
viendo aquella película tan soporífera

pero no tenía cobertura

empezó a faltarle el aire
no podía respirar
ni pensar

no sabía a quien recurrir
ni qué hacer

intentó relajarse
calmarse
para recobrar cierta lucidez

igual todo era un mal sueño
demasiado real
demasiado cierto
demasiado duro

pero era real
todo era real
no cabía duda

estaba atrapada
en su propia casa
encarcelada en su propio hogar

ya nada de lo que le rodeaba lo sentía acogedor
todo aquel espacio de seguridad
se había convertido
de la noche a la mañana en su prisión

y quizás en su tumba

No hay comentarios:

Publicar un comentario