y apareció garbancito entre bambalinas
el viejo portero de cine de mi pueblo
el que amable o resignadamente
me dejaba entrar todos los domingos
cuando le decía que era el hijo del subjefe
y apareció más joven
aunque igual de pequeñito y cabezón
y más animado
más flamenco
con su pequeña cajita
que poco tocó
porque no salió para tocarla
porque salió
para dejarnos su imborrable recuerdo
para ser el centro de atención del espectáculo
la anécdota
la gracia
el arte
porque de golpe se arrancó
se levantó como un muelle de su asiento
se colocó en medio del escenario
y comenzó su particular danza raquítica e inolvidable
su impactante manera de mover ese pequeño cuerpecito saleroso
y después se fue
se fue como vino
como entró
con su cajita
con esa cajita que nos llamó la atención por su tamaño
el mismo de su dueño
el gran garbancito se fue
pero se quedó para siempre en nuestro corazón
y en nuestro recuerdo de aquel día
garbancito
el viejo triste
portero de cine de mi pueblo
el que me dejaba entrar por ser el hijo del subjefe
se volvió a ir
pero ya nunca más podré recordarlo solo
como mi viejo portero de cine
ya inevitablemente será para siempre
garbancito
el gran garbancito
el que nos alegró la noche
el que nos dejó mirándonos sorprendidos
el que nunca olvidaremos
el que formará parte ya no solo de mis recuerdos
el viejo portero de cine de mi pueblo
el que amable o resignadamente
me dejaba entrar todos los domingos
cuando le decía que era el hijo del subjefe
y apareció más joven
aunque igual de pequeñito y cabezón
y más animado
más flamenco
con su pequeña cajita
que poco tocó
porque no salió para tocarla
porque salió
para dejarnos su imborrable recuerdo
para ser el centro de atención del espectáculo
la anécdota
la gracia
el arte
porque de golpe se arrancó
se levantó como un muelle de su asiento
se colocó en medio del escenario
y comenzó su particular danza raquítica e inolvidable
su impactante manera de mover ese pequeño cuerpecito saleroso
y después se fue
se fue como vino
como entró
con su cajita
con esa cajita que nos llamó la atención por su tamaño
el mismo de su dueño
el gran garbancito se fue
pero se quedó para siempre en nuestro corazón
y en nuestro recuerdo de aquel día
garbancito
el viejo triste
portero de cine de mi pueblo
el que me dejaba entrar por ser el hijo del subjefe
se volvió a ir
pero ya nunca más podré recordarlo solo
como mi viejo portero de cine
ya inevitablemente será para siempre
garbancito
el gran garbancito
el que nos alegró la noche
el que nos dejó mirándonos sorprendidos
el que nunca olvidaremos
el que formará parte ya no solo de mis recuerdos
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