sé que ya nunca seré un sabroso y contundente primer plato
ni tampoco un exquisito y delicado segundo
ni siquiera un sutil y buen postre
me estoy resignando a ser un simple y ligero tentempié entre comidas
engullido de pie y corriendo
solo cuando apetece
tomado hasta con remordimientos
y del que se consigue fácilmente pasar
porque lo que es imprescindible no es
ni tampoco un exquisito y delicado segundo
ni siquiera un sutil y buen postre
me estoy resignando a ser un simple y ligero tentempié entre comidas
engullido de pie y corriendo
solo cuando apetece
tomado hasta con remordimientos
y del que se consigue fácilmente pasar
porque lo que es imprescindible no es
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