martes, 18 de febrero de 2014

17 de febrero

ayer en mi paseo nocturno
escribí esto

a veces los días pasan demasiado inapreciables
ajenos
insonoros

cuando te das cuenta
ya se ha echado la noche
y de inmediato un nuevo día
inapreciable
ajeno
insonoro

así hasta el final
inapreciable -espero-
propio
y callado


y me recordó a esto

Al brillar un relámpago nacemos,
y aún dura su fulgor cuando morimos;
¡tan corto es el vivir!

La Gloria y el Amor tras que corremos
sombras de un sueño son que perseguimos;
¡despertar es morir!


-RIMA LXIX, Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 17 de febrero de 1836 - Madrid 1870)-

que una amiga escribió ayer en su muro
recordando el nacimiento de bécquer
y la fugacidad de la vida


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