ayer en mi paseo nocturno
escribí esto
a veces los días pasan demasiado inapreciables
ajenos
insonoros
cuando te das cuenta
ya se ha echado la noche
y de inmediato un nuevo día
inapreciable
ajeno
insonoro
así hasta el final
inapreciable -espero-
propio
y callado
y me recordó a esto
Al brillar un relámpago nacemos,
y aún dura su fulgor cuando morimos;
¡tan corto es el vivir!
La Gloria y el Amor tras que corremos
sombras de un sueño son que perseguimos;
¡despertar es morir!
-RIMA LXIX, Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 17 de febrero de 1836 - Madrid 1870)-
que una amiga escribió ayer en su muro
recordando el nacimiento de bécquer
y la fugacidad de la vida
escribí esto
a veces los días pasan demasiado inapreciables
ajenos
insonoros
cuando te das cuenta
ya se ha echado la noche
y de inmediato un nuevo día
inapreciable
ajeno
insonoro
así hasta el final
inapreciable -espero-
propio
y callado
y me recordó a esto
Al brillar un relámpago nacemos,
y aún dura su fulgor cuando morimos;
¡tan corto es el vivir!
La Gloria y el Amor tras que corremos
sombras de un sueño son que perseguimos;
¡despertar es morir!
-RIMA LXIX, Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 17 de febrero de 1836 - Madrid 1870)-
que una amiga escribió ayer en su muro
recordando el nacimiento de bécquer
y la fugacidad de la vida
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