un áspero sol de mediodía
quema mi cara y mis manos
y me abandona en medio de un campo seco
e inundado de libélulas alambradas
una sedienta y altiva luna
se bebe mi sangre
y me deja caer en uno de sus profundos
húmedos
fríos
y bellos pozos
que tanto ama
quema mi cara y mis manos
y me abandona en medio de un campo seco
e inundado de libélulas alambradas
una sedienta y altiva luna
se bebe mi sangre
y me deja caer en uno de sus profundos
húmedos
fríos
y bellos pozos
que tanto ama
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