había días que no le importaba nada
continuar acostado o levantarse de la cama
hacerlo temprano o tarde
salir o quedarse todo el día encerrado
sin ver a nadie
y que nadie lo viera
comer o ayunar
beber o deshidratarse
pasear o quedarse inmóvil
frente a la ventana
o la puerta
o un armario
o la simple
fría
y solitaria pared
había días que no le importaba nada
y eran precisamente aquellos días
en los que dejaba de soñar
de desear
y de amar
continuar acostado o levantarse de la cama
hacerlo temprano o tarde
salir o quedarse todo el día encerrado
sin ver a nadie
y que nadie lo viera
comer o ayunar
beber o deshidratarse
pasear o quedarse inmóvil
frente a la ventana
o la puerta
o un armario
o la simple
fría
y solitaria pared
había días que no le importaba nada
y eran precisamente aquellos días
en los que dejaba de soñar
de desear
y de amar
No hay comentarios:
Publicar un comentario