lunes, 31 de diciembre de 2018

aquella tarde

aquella tarde se hizo interminable
nada hacía pensar que fuese a acabar algún día
y menos de una manera satisfactoria para todos

nos habíamos reunido para despedir a un amigo del alma
todo eran ojos rojos y llantos sordos
con algún que otro aspaviento de dolor incontenible
pero nada fuera del verdadero control del grupo

a él
al grupo se debía el gran éxito del fallecido
a su poder sobre él
sobre el grupo
y sobre él mismo

ejercía de líder indiscutible
y supremo
aunque esta palabra siempre le sonó mal
porque él
el líder no aspiraba en realidad a serlo
era algo que le sobrepasaba
que le vino impuesto por las  circunstancias
sin comérselo ni bebérselo

pero eso fue desde el primer instante en que nos conocimos
desde el primer día que alguien del resto
alguien que no recuerdo
decidió juntarnos a todos en aquel lugar
en aquel espacio intemporal
y distante del mundo
alejado de todo signo de civilización
desconectado de esa vida apresurada
de la que todos huíamos

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